miércoles, 5 de agosto de 2020

Validación emocional


¿Alguna vez te han dicho “le day color” cuando estás sensible? ¿O lo has dicho? Quizás ambas. Es probable, son expresiones comunes. 


Podría ser algo sin importancia, pero, al final, implica descartar lo que siente el otro. “Tu reacción no corresponde al estímulo al que te enfrentaste”, eso expresa la frase “le day color”. Quizás no estás de acuerdo con lo que siente otrx, y es válido, cada uno piensa lo que quiere. El problema es que expresarlo no ayuda a que la otra persona se sienta mejor. Es más, probablemente se encuentra buscando apoyo, por lo que se suma la inseguridad (“será que estoy exagerando?”) a la lista de preocupaciones. 


Esto va generando patrones. Imagina alguien que se rodea de personas que constantemente responden “que exageradx”: el feedback que recibe es que sus emociones no corres

ponden, por lo que intenta cambiarlas... 


El tema acá es que quizás se les ocurre alguien que “exagera” todo el tiempo. Si, quizás haya unx que otrx que invente cosas por fines macabros, se encuentra de todo en el mundo. Pero pensemos en los seres normales que no hacen eso, y lxs invito a que se imaginen que no lo hacen a propósito. 


Las emociones vienen de una parte muy profunda del cerebro, reaccionando según los estímulos a los que se van acostumbrando. Personas con vidas más agitadas reaccionan distinto a personas con vidas más tranquilas, porque sus sistemas emocionales van acostumbrándose a diferentes zonas de comodidad. De esto podemos concluir que todos sentimos de formas muy distintas, según las vidas que vamos experimentando. 


Volvamos a “le day color”. Quizás no le está dando color, solo es su forma de sentir. Pero quienes le rodean le comunican, a través del feedback, que no corresponde. ¡Qué confuso! Esta persona empieza cambiar e intentar adivinar cómo reaccionar “correctamente” (porque nadie le dice cómo sí hacerlo, la deuda de la educación emocional), cuestionando las cosas que siente, por lo que su conducta se pone extraña. Es como si el norte se perdiera.


Las emociones se pueden ver como una debilidad pero, más allá de eso, son parte de nuestro sistema. Dan información, y las mismas emociones pueden variar en forma de expresión e intensidad. Pienso que validar emociones es una forma de hacernos la vida más fácil entre todxs, porque pelear contra emociones es muy difícil. 


Cuando lxs demás nos recuerdan que está bien sentir lo que sentimos, botamos un peso y podemos vivir más auténticamente, un poco más relajadxs. 

Creo que un mundo con más empatía no solo sería mejor, sino que también mucho más fácil. 



Imagen: @mooncrab (instagram)

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